Berthet, Méndez, Taranto
¿es más caro contratar a un interiorista para resolver la escenografía que habitamos?
Entender profundamente los deseos, necesidades y posibilidades de nuestros clientes para luego traducirlos a la escenografía de una casa, oficina o local –entre otros- es a lo que nos dedicamos. En la mayoría de los casos se trata de obras nuevas o reformas que nosotras mismas proyectamos arquitectónicamente, por lo que el diseño de interiores se va dando de la mano del proyecto de arquitectura. Esto suma capas de comprensión y sutilezas. Siempre es mejor consultar a especialistas en tal o cual disciplina y el interiorismo no tendría por qué ser la excepción: son honorarios que aportan sin duda cualidades y calidad. Por otro lado, aclaramos que, de forma totalmente transparente, trasladamos a nuestros clientes todos los descuentos profesionales que nos ofrecen los proveedores, lo que implica un ahorro.
¿cómo se estructuran y fijan los honorarios profesionales y que incluyen?
En arquitectura el arancel de arquitectos considera porcentajes de los costos totales de obra para calcular los honorarios. Cuando hacemos el interiorismo de obras nuestras de arquitectura nos manejamos con los mismos porcentajes. Se incluye la propuesta dibujada, listados de los elementos a elegir –muebles, alfombras, cortinas, luminarias, arte, utensilios, etc.- y cotización de los mismos. Recorremos locales con nuestros clientes e intercambiamos imágenes. Es un proceso muy disfrutable y dinámico.
Acerca del método de trabajo…¿cuáles son las etapas fundamentales con las que comienzan cada proyecto?
Charlar y compartir experiencias e imágenes es la clave. Para entender y sentir cada proyecto, cada habitante, cada cliente.
¿Cómo se leen los espacios? Nos interesa conocer cómo es el proceso de reconocimiento y aproximación a los ambientes sobre los cuales debe intervenir.
Cuando se trata de obras que hemos proyectado los espacios están presentes desde la génesis misma del proyecto, por lo que diseñar el interiorismo suma a nuestro proceso proyectual la satisfacción de ver cada obra terminada. Conjugar arquitectura e interiorismo es una excelente opción: todo respira una misma atmósfera, son ciclos que se completan. Cuando intervenimos en espacios preexistentes muchas veces planteamos intervenciones arquitectónicas que suelen ser puntuales y permitirán resultados más logrados.
El habitante… ¿siempre tiene razón? Nos interesa saber qué importancia le asignan y hasta dónde ejercen docencia en vuestra relación con los clientes.
¡La relación fluye! Es fascinante interpretar en cada caso el perfil del comitente: más concreto/más volado, contemporáneo/clásico, introvertido/expresivo. Manejamos opciones y variantes. Es un proceso tan dinámico y de tanta comunicación que rara vez nos encontramos en la situación de tener que decir que no tajantemente.
Estética y función… ¿hasta dónde y cómo?
Importa conocer cómo se procesa el perfil estético del profesional y hasta dónde influye en el gusto del habitante.
Estética y función son dos cualidades simbióticas del diseño que se nutren recíprocamente. No hay imposiciones: son procesos. Nos gusta muchísimo cuando el cliente trae elementos con valor afectivo o material: objetos de su familia, obras de arte, muebles. Siempre estamos abiertas a integrar preexistencias, lo que además de aportar carácter puede acotar los costos.
¿Cuáles son las influencias sobre las que se sustenta conceptualmente su trabajo?
Este mundo en el que vivimos es muy visual. Estamos permanentemente expuestos a imágenes digitales, muchas veces efímeras, que aportan muchísimo a la arquitectura y el interiorismo. Sin embargo, queda algo de la admiración y la serenidad por los maestros del pasado que supieron recuperar lo artesanal, como el escocés Charles Mackintosh, el belga Victor Horta, todo Frank Lloyd Wright, la maravillosa Bauhaus. Sin duda que aquí está la huella de nuestra formación inicial de arquitectas, formación que nos hace proyectar en forma conjunta y fluida los espacios, la luz, las proporciones y los recorridos interiores, más allá de las modas del momento.
¿Cómo define su trabajo profesional?
Si bien el interiorismo suele considerarse más artístico que la arquitectura propiamente dicha, ambos requieren combinar creatividad y técnica. Nosotras nos sentimos afortunadas de poder transitar los procesos de manera tal que los límites entre ambas disciplinas se desdibujan en el rico proceso de crear espacios y concretar sueños.
CUESTIONARIO ayd
1. Un libro: Orlando, de Virginia Wolf, por la sinuosa evolución del personaje a través de los siglos. En un momento, el/la narradora se dirige al lector en un recurso que sigue impactando con cada relectura.
2. Una película: Kaos de los hermanos Taviani: Sus paisajes tan bellos como desolados fueron claves en el despertar del deseo de imaginar y concretar construcciones dónde cobijarse, espacios dónde puedan darse las dimensiones no esenciales del quehacer humano.
3. Un trago: Vino tinto. En invierno caliente y con especies.
4. Una serie: Outlander: por lo cautivante de imaginar un viaje en el tiempo entregándose sencillamente al disfrute de un cuento bien contado. Esta serie no es una obra maestra ni pretende serlo. Si bien la industria audiovisual suele explorar lo desgarrador Outlander aspira a entretener sin torturar (en cambio los libros que dieron lugar a la saga son una paradójica combinación de una trama fascinante descrita sin profundidad ni matices).
5. Música: Ilusión (Marisa Monte) / Momentary Lapse of Reason (Pink Floyd): ternura / desolación
6. Gusto de helado: Mousse de maracuyá
7. Equipo de fútbol: No sabe/no contesta (único punto en que no nos ponemos de acuerdo las socias)
8. Una comida: Todos los sabores del mediterráneo desde España a Turquía pasando por Italia, con debilidad confesa hacia los sabores de Medio Oriente.
9. Un referente histórico: Todas las mujeres en su largo e incompletísimo camino hacia la equidad. Y los hombres que acompañan, participan y/o apoyan este recorrido.