Una casa, muchos ladrillos
Residencia permanente
Ubicación: Urbanización Carmel, Canelones|Uruguay
Estudio: OBES ROMPANI ARQUITECTOS
Fotos: Ignacio Irureta
Los arquitectos Santiago Obes y Tatu Rompani son amigos desde la infancia y de alguna manera siempre tuvieron claro que esa relación los llevaría a compartirlo todo, incluso el trabajo. En el año 2018 decidieron instalar un Estudio y dedicarse a la arquitectura, pasión que también comparten, como la música, tienen una banda que rinde tributo a Pink Floyd y ambos sostienen que… la música está muy relacionada con la arquitectura…
EL ESTUDIO
Como suele suceder en el mundo de la arquitectura, Santiago y Tatu comenzaron proyectando y ejecutando pequeñas reformas, baños, cocinas y alguna intervención mayor …abrir el estudio fue toda una decisión, éramos conscientes de la situación, recibir encargos no sería fácil pero aún así, nuestra pasión por la arquitectura nos animaba, para ser arquitecto hay que ser optimista, nada es fácil…
La convicción con que asumieron la decisión de instalar su Estudio y comenzar a trabajar profesionalmente nos permite entender la naturaleza del sentido de vida con la cual actualmente ejerce. …no podíamos esperar que los proyectos aparecieran, teníamos que salir a buscarlos, fue así que abrimos una inmobiliaria para ofrecer nuestros proyectos y trabajos de reformas a los clientes, y de esa manera comenzamos a trabajar en proyectos de baños y cocinas. Ya han pasado tres años de trabajar mil horas por día y hacer las cosas bien, con mucho compromiso y cada proyecto, por pequeño que fuera, lo emprendíamos como la obra de nuestras carreras¡
Obes y Rompani ejercen la profesión en el formato persona a persona, razón por la cual la relación con quienes llegan hasta su Estudio resulta singular, tanto cómo los proyectos que desarrollan.
La relación con los habitantes que nos confían sus proyectos de vida es el gran desafío que enfrentamos, cada vez. Estamos convencidos de que nuestro trabajo consiste en dar forma a las respuestas que encontramos para sus necesidades, que el espacio en el que intervenimos es el que habitarán ellos, no nosotros. Por esa razón asignamos fundamental importancia al hecho de que nuestros clientes se involucren en la tarea, participen del proceso creativo, lo alimenten y lo sientan propio, de eso se trata. Más allá de nuestros gustos y preferencias, al proyectar pensamos en sus necesidades e inquietudes, no en las nuestras. Entendemos que los arquitectos somos responsables de la felicidad de la gente…
Acerca del proceso creativo y las dificultades que presenta la atención de las inquietudes y necesidades de los habitantes y su relación con los costos y la tensión que suele generarse en cada proyecto, Santiago y Tatu nos comentan: el proceso de gestación y desarrollo de un proyecto puede ser algo estresante para los clientes mientras que para nosotros es toda una aventura que vivimos con enorme alegría y entusiasmo, casi sin proponérnoslo logramos generar un clima distendido y festivo que logramos transmitir y contagiar, que después de todo estamos hablando de su casa y sus inquietudes¡ Y funciona muy bien, nuestro trabajo en parte consiste en ser didácticos y transmitir la experiencia que hemos acumulado y presentar las herramientas a partir de las cuales resolvemos los problemas.
LOS HABITANTES
En el caso de la obra que compartimos con ustedes, el proyecto de Obes y Rompani se basó en necesidades de orden general que establecen algunas prioridades como la iluminación natural, los espacios amplios, la practicidad para el mantenimiento, pero también surgieron, a lo largo de las charlas preparatorias, otras de carácter particular.
A lo largo de las charlas de conocimiento y preparación para comenzar a proyectar surgieron necesidades concretas relacionadas con la naturaleza dinámica con la cual funcionaba la familia. Por ejemplo, la entrada secundaria debía concretarse a través del lavadero ya que la idea era que cuando llegaban del colegio, los chicos pudieran dejar la ropa sucia o mojada antes de ingresar a la casa. Lo mismo con las compras. Este detalle, que parece menor, nos obligó a cuidar mucho la practicidad y estética del lavadero y generar una comunicación con el resto de la casa distinta a la usual. El lavadero fue resuelto con la misma carpintería y terminaciones que la cocina, espacio al que se integra naturalmente, casi como una extensión. Luego está el hecho que, por el funcionamiento de la casa y la dinámica familiar, las entradas secundarias terminan operando como únicas o principales, por eso hay que cuidar mucho su estética y ambientación. Otro tema, vinculado también al acceso de la casa, consistía en la necesidad de generar un camino de acceso amplio que resulta amigable para recorrerlo con carritos para bebes. Atendiendo esa inquietud resolvimos una escalinata de huella cómoda con un amplio recorrido que bordeamos un cantero tupido de plantas. En cada una de estas soluciones participaron los habitantes, descubriendo el proceso por el cual analizamos sus inquietudes y la forma en que las resolvemos.
EL TERRENO
El terreno adquirido por nuestros clientes en la urbanización Carmel, en una zona que ha crecido mucho tanto en infraestructura como en densidad poblacional. El predio sobre el que trabajamos cuenta con algo más de dos mil metros cuadrados y presentaba particularidades que si bien podrían haberse considerado como un problema, para nosotros resultó un estímulo para proyectar. El terreno cuenta con una cañada con árboles sobre su flanco oeste y una importante pendiente. La cañada con sus grandes álamos y cipreses calvos, ambos de hoja caduca, nos ayudan a contener el sol del verano y a facilitar el acceso del sol del invierno y el desnivel nos aportó la posibilidad de generar terrazas naturales con tres niveles y a partir de ellas marcar tres etapas que nos aseguran vistas increíbles al tiempo que nos permiten demorar el acceso generando un camino. El nivel inferior nos permitió generar un parking para que los vehículos recorran la pendiente evitando una caminata empinada. El segundo nivel es el de la casa y el tercero contiene una pequeña cancha de fútbol.
LA CASA
La casa se extiende en todo el ancho del terreno para captar el sol en todo momento. Tanto la materialidad del ladrillo como el juego de volúmenes proyectado logra que la casa se asemeja a una escultura gigante. La aparente pesadez y hermetismo de la fachada sur, se contrarresta con una gran liviandad y apertura hacia el jardín al norte. La gran escalinata de acceso nos lleva hacia un patio donde ubicamos mucha vegetación, lo que genera privacidad e intimidad desde la calle, así como una atmósfera especial al acceder y egresar de la casa. El estar y los dormitorios se orientan hacia el norte, los baños al patio anterior, que le da privacidad desde la calle y una visual muy agradable. La transparencia de la casa se evidencia al ingresar, el hall de acceso, totalmente vidriado, proyecta una vista que se pierde en el paisaje. La casa tiene una estrecha relación con el paisajismo, a partir de la idea de que se trata de un paisaje que debe disfrutarse desde la casa misma y no desde el exterior.
EL LADRILLO
La materialidad de la obra forma parte del proyecto, refiere a la esencia de este y en consecuencia es un dato significativo. Escogimos el ladrillo ya que el mundo cerámico nos fascina y a la vez nos permite generar un volumen que se identifica con el paisaje y con nuestra cultura. Un muro rectangular antecede a la fachada que juega con ondas en las que el ladrillo establece un ritmo plástico que además interactúa con el sol generando sombras distintas a lo largo del día y el conjunto logra que el acceso resulte una inducción natural.
LA ARQUITECTURA
Para Obes y Rompani la Arquitectura es como la música, entonces cada proyecto respeta la preceptiva y conjuga la armonía, la melodía y el ritmo, logrando que estas variables operen juntas. El ritmo del volumen, en este caso marcado por la vigorosa presencia del ladrillo supone un juego en el que la fachada principal ofrece grandes muros con movimiento que aseguran intimidad y en la fachada posterior la apertura es plena y vital, con lo cual desde la forma se rescata la idea de que lo importante sucede puertas adentro. La distribución del espacio interior es práctica y al atender las necesidades funcionales del habitante logra mantener la gracia alcanzada por el volumen todo y atrapa desde el color, la vitalidad tonal que las impactantes vistas hacia el paisaje traen desde los ventanales posteriores y laterales. El trabajo en los pisos, terminados con microcemento alisado también incorpora color y recrea la idea de las baldosas hidráulicas del siglo pasado, dato no menor que dialoga con la carpintería que destaca tanto en puertas como en los muebles de la cocina.